Yo Mismo

jueves, 22 de diciembre de 2011

¡¡ EL NIÑO !!



Todos los años se realizaba una gran Muestra  de Juguetes y Regalos de Navidad, la de aquel año estaba llena hasta la bandera. A ella habían acudido todos los jugueteros del mundo, tambien acudian muchos otros que no eran jugueteros pero que últimamente solían asistir,  los que no podían faltar nunca, los repartidores de todos los juguetes y regalos como eran Santa Claus o Papá Noél, los Tres Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar,  cada uno acompañados de sus pajes y ayudantes.
Como todos los años, las discusiones tratarían sobre qué tipo de juguetes eran más educativos o divertidos, cosa que mantenían durante horas discutiendo a unos jugueteros con otros, y sobre el tamaño de los juguetes. Sí, sí, sobre el tamaño discutían siempre, porque los Reyes y Papá Noel se quejaban de que cada año hacían juguetes más grandes y les daba verdaderos problemas transportar todo aquello...

...Pero algo ocurrió que hizo aquella Muestra de Juguetes distinta de las anteriores, se coló un niño. Nunca jamás había habido ningún niño durante aquellas reuniones, y para cuando quisieron darse cuenta, el niño estaba sentado justo al lado de los Reyes Magos, sin que nadie fuera capaz de decir cuánto tiempo llevaba allí, que seguro que era mucho. Y mientras Santa Claus discutía con un importante juguetero sobre el tamaño de una muñeca muy de moda, y éste le gritaba acaloradamente:

 ¡¡Gordinflón, que si estuvieras más delgado más cosas te cabrían en el trineo!!, 
El niño se puso en pie y dijo:
¡¡Está bien, no discutáis. Yo entregaré todo lo que no puedan llevar ni los Reyes ni papá Noel!!.

Los asistentes rieron a carcajadas durante un buen rato sin hacerle ningún caso. Mientras reían, el niño se levantó, dejó escapar una lagrimita y se fue de allí cabizbajo.

Aquella Navidad fue como casi todas, pero algo más fría. En la calle todo el mundo continuaba con sus vidas y no se oía hablar de todas las historias y cosas preciosas que ocurren en Navidad. Y cuando los niños recibieron sus regalos, apenas les hizo ilusión, y parecía que ya a nadie le importase aquellas fiestas.
En la Muestra de regalos del año siguiente, todos estaban preocupados ante la creciente falta de ilusión con que se afrontaba aquella Navidad. Nuevamente comenzaron las discusiones de siempre, hasta que de pronto apareció por la puerta el niño de quien tanto se habían reído el año anterior, triste y cabizbajo. Esta vez iba acompañado de su madre, una hermosa mujer. Al verla, los tres Reyes Magos dieron un brinco: ¡¡María!!, y corriendo fueron a abrazarla. Luego, la mujer se acercó al estrado, tomó la palabra y dijo:
La mayoría de los presentes empezaron a darse cuenta de la que habían liado. Entonces, un anciano juguetero que hacia juguetes de madera,  este anciano nunca había hablado en aquellas reuniones, se acercó al Niño, se puso de rodillas y dijo:
¡¡Perdón, mi Dios; yo no quiero ningún otro regalo que no sean los tuyos. Aunque no lo sabía, tú siempre habías estado entregando aquello que no podían llevar ni los Reyes ni Santa Claus, ni nadie más:
el Amor, la Paz, y la Alegría. 
 El año pasado sabia que faltaba algo, porque los niños y los mayores no tenian ilusión ni por las Fiestas ni por los regalos, eché tus regalos  tanto de menos...¡¡perdóname!!.
Uno tras otro, todos fueron pidiendo perdón al Niño, reconociendo que eran suyos los mejores regalos de la Navidad, esos que colman el corazón de las personas de buenos sentimientos, y hacen que cada Navidad el mundo sea un poquito mejor.

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Este es el regalo de Yo Mismo para toda mi Familia y mis Amig@s...

...AMOR, PAZ Y ALEGRIA.

domingo, 18 de diciembre de 2011

¡¡ LOS CUENTOS DE MI ABUELA !! Milagros

Hoy 18 de Diciembre de 1958, es mi cumpleaños y cumplo nueve  añitos, me van a poner una tarta con nueve velitas en casa de la Abuela, vamos a celebrarlo y la Abuelita nos va a contar uno de sus cuentos que hoy me lo dedicará a mí.
 Ya faltan pocos dias para Navidad, siempre cenabamos en casa de la Abuela, entre todos sus hijos compraron varios pollos del campo, como en la casa no habia sitio y por detrás de la casa de la Abuelita en Hadú, estaba la huerta de Paneque donde tenian muchos pollos sueltos, mi Padre llevó los cinco pollos para que los criara Paneque junto a los suyos, todos los domingos ibamos todos los primos a ver como estaban de grande, nos relamiamos el labio superior como diciendo... ¡¡Uuuhhmm que rico!!.
¡¡ Correee vamos, que la Abuela nos va a contar un cuento!!  hoy era especial porque  era mi cumpleaños y  me lo dedicara a mi, además estaban todos sus hijos que tambien querian oir esos cuentos...
Mi Abuela Lola rodeada por  sus hijos, de izquierda a derecha
Julia, Lola, Manolo, Isabel Rico, Joaquin, Carmen Estudillo (mi madre),
Luis ( mi padre), Juan Chacon y Lucrecia
                      
                           ¡¡MILAGROS DE LA NAVIDAD!!


...Era un coche negro  de lujo de los ultimos modelos, el  conductor  con traje negro y un gorro con visera conducia con elegancia, atrás una señora de mediana edad le dijo al conductor:
¡¡Arturo, vamos a subir a Hadú!!
 El conductor pegó un salto en el asiento y mirando a la señora por el espejo retrovisor dijo:
¿¿Señora ha dicho usted a Hadú?? ¡¡Si, si !! 
 A la altura del cuartel de la Guardia Civil,  la mujer le ordenó al conductor...
¡¡Arturo pare usted que me voy a bajar a dar un paseo!!
El conductor preocupado y asustado de ver a su señora salir sola por Hadú, le comentó:
¡¡Espere señora que le acompañe!!
¡¡No hace falta Arturo, conozco muy bien esta barriada!!
Se llamaba Elvira, era una mujer de mediana edad muy guapa con un abrigo y ropas caras tenia pinta de tener mucho dinero, no sabia que hacia paseando por Hadú, hacia muchos años que no venia por esta barriada, hacia mucho frio y Elvira tenia un presentimiento pero no sabia cual era, iba paseando hasta la iglesia de San José y después volvió  recreandose de todos los rincones que habia  por toda la barriada, vió como  en las tiendas de los alrededores y en el bar de Juan Lara las gentes se reunian alrededor de una radio enorme y escuchaban  los números de la loteria de Navidad, cantada por los niños del  colegio San Ildefonso de Madrid, por supuesto era un 22 de Diciembre, a la altura del asador de pollos del Baviera, vió a un mendigo sentado en la entrada con un platillo entre las manos con algunas monedas, la mujer dió un  "respingo" abrió los ojos y se puso de pie delante de aquel pobre hombre, se quedó mirando fijamente, el hombre se acurrucó y agachó la cabeza porque pensó que la mujer se reiria de él y le dijo:
¡¡Por favor señora deje de mirarme y vayase!!
Después de unos minutos la mujer se agachó para intentar levantar al mendigo, pero este se resistia  y rechazaba la ayuda, el hombre gritaba y trataba de arrastrarse, mientras que Elvira insistia en levantarlo, en ese momento apareció un guardia que pensando que el mendigo molestaba a la señora del abrigo, le dijo:
¿¿Señora que ocurre, le está molestando este hombre??
¡¡Nóoo, señor guardia trato de ayudarlo a levantarse, para invitarle a tomar algo caliente!!
¿¿Me podria usted ayudar??
¡¡Como nó, señora!! 
Este hombre lleva tiempo por aqui mendigando, se llama Juan, pero no es mala persona, es cariñoso con los niños y tambien  bastante educado, tuvo aqui cerca una tiendecita, pero le fueron mal las cosas, además que está solo y sin familia, vive aqui de la caridad de los vecinos de Hadú.
El agente que se llamaba Luis se acercó a aquel hombre y le susurró en el oido: ¡¡venga Juan, acepta la invitación de la señora que puede ser  una  oportunidad para comer algo caliente!!
A regañadientes el mendigo se puso de pie mirando de reojo a aquella señora tan guapa, se marcharon acompañados por el guardia a un local donde habia una cafeteria, pero el indigente se resistia a entrar, diciendo:
¡¡Nooo, ahi no puedo entrar porque me van a echar!! 
Entre la señora y el agente le obligaron a entrar y se sentaron en un rincón, cuando apareció el dueño llegaba muy furioso diciendo:
¡¡ Este hombre no puede entrar aqui, asi que abandone el local!!
Elvira se levantó como un resorte y le dijo:
¡¡Usted conoce la compañia Maritima de Fernandez-Gonzalez, S.A,!!
¡¡Claro, son unos importantes clientes mios y los directivos vienen muy a menudos a los reservados de este local!!
y usted gana un buen dinero con esas reuniones, ¿¿no es asi??
¡¡Bueno si !! ¿¿pero eso a usted que le importa??
¡¡Pues yo soy Elvira Fernadez Gonzalez, la dueña y presidenta de esa compañia!!
El propietario del bar se quedó petrificado y mudo sin saber como reaccionar...
...¡¡Ahora haga el favor de ponerle a este hombre un café y lo que le apetezca de comer!!
¡¡Agente  Luis!!, ¿¿quiere acompañarnos a tomar un café??
El guardia que estaba ensimismado y entusiasmado por el caracter de la señora con el propietario del local, que por cierto no le caia nada bien, porque era muy déspota, le contestó a la señora ¡¡ Si me tomaré un café!!.
Una vez servidos, el mendigo estaba como flotando en una nube y no comprendia nada de lo que estaba ocurriendo,  la señora en presencia del agente Luis le dijo al mendigo:
¿¿Juan tú te acuerdas de mi??
El mendigo miró fijamente a la señora y le dijo ¡¡su cara me es familiar pero ahora no recuerdo!!
Es normal que no me recuerdes, estoy un poco más mayor y con unos cuantos kilos de más, antes no querias entrar en este local porque anteriormente era tuyo ¿¿verdad?? 
¡¡Si señora, hace unos años no me fueron bien las cosas y como estaba alquilado tuve que dejarlo todo!!
¡¡Tú tenias aqui hace más de quince años  una tienda de comestibles!!  El guardia que estaba en silencio y escuchando abria la boca, sorprendido por los conocimientos de aquella mujer.
¡¡Mira Juan, hace muchos años me quedé huerfana y sola,  vivia aqui en una casa de Hadú de alquiler, pero al no tener trabajo dejé de pagar el alquiler de la casa y me echaron a la calle con una bolsa de ropas, era un dia de mucho frio como el de hoy, empecé a preguntar por todas partes si tenian un trabajo para mi, pero todo el mundo me daba la espalda y no me hacian caso, cuando llegué a tu tienda, me dijistes:
¡¡Mira muchacha, trabajo no te puedo dar!!
¿¿Tienes hambre?? y yo con la cabeza te dije, ¡¡si, mucha hambre!!
Me dijistes que me sentara en un taburete que tenias  en el mismo rincon que estamos ahora, me pusistes una taza de café muy caliente de tú termo  y el mejor bocadillo de jamón que nunca jamás  probé, me quedé dormida toda la noche, me dejaste que durmiera tranquila y me echaste una manta por encima, Juan asentia acordandose de aquella anécdota,     llegandose a emocionar, asi como el guardia Luis que escuchaba la historia de aquella señora del abrigo de piel,
¡¡Ahora lo recuerdo, que eras una muchacha muy joven y con mucha hambre y sueño!! dijo Juan sonriendo. 
Pues si Juan, tú me ofrecistes que si tenia problemas volviera a la tienda, que no me faltaria un cafe  y un bocadillo, al dia siguiente encontré un trabajo, pero me tuve que ir fuera de Ceuta, poco a poco fui progresando hasta formar mi propia empresa, ¡¡la verdad que me ha ido muy bien!! y siempre pensé que habia tenido una estrella que me ha estado protegiendo, ¡¡creo Juan que esa estrella fuistes tú!!.
Elvira abrió su bolso  saco una tarjeta y le dijo:
¡¡Toma Juan esta es la tarjeta de  mi jefe de personal!! te presentas a él que te dará el mejor trabajo que tú te mereces, sacó un puñado de billetes y le dijo:
¡¡Te alojas en el mejor hotel y te compras varios trajes, ropas y zapatos!! no quiero verte nunca más mendigando por las calles, tú te mereces algo mejor, el agente Luis se encargará de que cumplas, la señora se levantó para marcharse y Juan fué a darle las gracias, pero la mujer le dió dos besos en la mejilla y le dijo ¡¡que Dios te bendiga a ti Juan, a partir de este momento comienzas una nueva vida!! se despidió del guardia y le dijo: ¡¡Señor Luis, cuide que cumpla con todo lo que le he dicho!! 
¡¡Asi lo haré señora!!, le contestó el guardia.
Aquella mañana tambien a Juan le tocó la varita mágica de la Navidad, la señora Elvira se convirtió ahora en su estrella, el guardia Luis le estuvo acompañando durante varios dias hasta que se convirtió en un hombre elegante y limpio, con un trabajo digno, Luis le dijo: ¡¡Juan aprovecha esta oportunidad que la vida te da!! y recuerda...¡¡Dios cierra puertas que ningún hombre puede abrir y Dios abre puertas que ningun hombre puede cerrar!!...
...y Colorín Colorado, este cuento se ha acabado.


Nos quedamos "embobaos" cuando la Abuela terminó, algunos de  los pequeños y tambien de los grandes se le asomaban algunas lagrimillas, empezamos a bombardear a la Abuelita con preguntas sobre el cuento, mi prima Lucre le dijo: ¿¿Abuela y quien era el guardia Luis?? la Abuela con una sonrisa y mirando de reojo a su hijo Luis se encogió de hombros como indicando que no lo sabia, pero en ese momento miré a mi Padre que hacia un gesto sonriente, en ese momento  Yo Mismo me dí cuenta que aquel guardia habia sido él y se lo habia contado a su Madre para que esta nos  contara  la historia a los nietos.


Feliz Navidad a tod@s.

domingo, 11 de diciembre de 2011

HISTORIA DE LA BOLSA

En los ultimos tiempos nos están bombardeando con el tema de la economia Mundial,   que si  la Prima de Riesgo, que si los intereses bursatiles, que si el Ibex 35, que si el Wall Street, que si la bolsa sube, que si la bolsa baja, ¡¡pero no!!  no me voy a referir a ese tipo de bolsa... ¡¡lees la siguiente historia y te enteraras!!

¡¡Hola!! vengo de una familia muy numerosa, mis abuelos nacieron en el año 1.970, tenemos infinidad de formas, colores, tamaños, con dibujos o sin dibujos, somos de todas las nacionalidades, procedemos del petróleo, somos muchos millones repartidas por todo el mundo, seguro que habrá muchas hermanas mías metidas en tus armarios o en cualquier lugar de tu casa, somos imprescindible para el traslado de cualquier objeto, cada persona utiliza a más de 400 hermanas mías en todo el año, nos reutilizan en distintas ocasiones y nos reciclan para que nazcan más hermanas, a pesar de que somos jóvenes con 40 años de existencia estamos llamadas a desaparecer…
¿Qué no sabes quienes somos? ¡¡Pues nosotras somos ”LAS BOLSAS DE PLASTICO”!!
Nací en una fábrica de materiales plásticos y nos hicieron pasar por muchas máquinas hasta que nos fueron dando formas y colores; éramos muchísimas hermanas, íbamos a la bulla de un lado para otro nos iban metiendo en cajas, yo les preguntaba a mis hermanas a grito limpio…
- ¿Vosotras quiénes sois?
- ¡¡Nosotras somos bolsas de basura!! ¿No ves el cordón que tenemos? ¡¡Es para que nos sujeten!! ¡¡Somos de muchos colores: amarillo, azul, verde…, la mayoría somos de color negro!!


Les pregunté a otras que ya estaban en sus cajas: -¿Y vosotras? – ¡¡A nosotras nos han hecho en forma de camiseta y nos llevan a una imprenta porque nos van a poner el nombre de un almacén!!
En otra caja grande habían miles de bolsitas de color transparente con distintos tamaños, y me decían que eran para los comercios que venden chuches. ¡Qué suerte han tenido, que dulces van a vivir!
A las que salían mas gruesas les daban forma de sacos para llevar arena o escombros o para transportar patatas y otros productos, hay otras que son de más categoría y les ponen unas asas de plásticos para las boutiques de ropas, otras muy grandes, sirven para transportar trajes y también sirve de guardarropas, (o sea, casi toda la vida sin hacer nada) ¡¡qué aburrimiento!!
Las que tenían forma de camiseta y de color verde eran las pobres, iban a los mercados para transportar pescado, las azules para la pollería y las carnicerías, otras más estrechitas eran para el pan. Realmente nuestra misión es la de transportar cualquier objeto, deberíamos pertenecer al Ministerio de Transportes.
La caja donde me encontraba, la metieron en la imprenta y nos grabaron a todas (el sistema se llama flexografía); nos pusieron el nombre de un supermercado muy famoso (no recuerdo el nombre). Una vez que estábamos metiditas en la correspondiente caja, nos metieron en un camión y a viajar, íbamos muy contentas y deseando hacer nuestro trabajo. Una vez llegado a un almacén muy grande donde había cientos de cajas con miles de bolsas en cada caja, cogieron la nuestra y escuchamos a un hombre decir:


- ¡Ésta va para Ceuta! (hay que decir que nosotras escuchamos a los humanos lo que dicen, pero lo que nosotras hablamos no lo escucha nadie, nada más que nosotras).
- ¿Ceuta? Chicas, ¿sabéis dónde está Ceuta? Una de las más antiguas que había sido reciclada, dijo: ¡Sí, estuve un tiempo en esa Ciudad; es muy bonita!
Cruzamos el estrecho en un ferry y nos descargaron en un almacén, era muy grande, había muchos productos por todas partes, nosotras comentábamos qué tipo de cosas nos tocaría llevar; abrieron nuestra caja y sacaron a unas mil bolsas entre las que me encontraba yo, nos despedimos de nuestras compañeras, quizás no nos viéramos más, (hay que recordar que tardamos más de 400 años en descomponernos); estábamos muy nerviosas por saber con quién nos iba a tocar y qué productos nos tocaría transportar.
Nos distribuyeron por diferentes cajas en grupos de unas cien, era muy temprano porque no había nadie todavía en el supermercado y estábamos impacientes por empezar nuestro trabajo. Vimos como abrían las puertas y rápidamente empezaron a llegar gentes con las compras a las cajas, empezaron mis compañeras a salir, hasta que me toco a mí, era una señora que iba con su marido, ella le decía:
-¡Fermín no metas muchas cosas que se rompen las bolsas! Y él le contesto: -¡Si, Consuelo! Fermín me cargó con una docena de huevos, un paquete de crispi, un bote de champú, una botella de aceite y un paquete con dos lechugas. La verdad es que iba bastante cómoda, me metieron en el carro con otras cuatros compañeras más, una de ellas casi se rompe porque le habían metido cinco latas grandes, nos llevaron a un coche y nos metieron en el maletero.
Cuando llegamos, Fermín nos descargó del coche y nos metió en su casa, Consuelo le decía: -¡Fermín, cuando termines de colocar los mandados, mete todas las bolsas con las demás! Efectivamente nos metió en una bolsa muy grande, donde había otras muchas hermanas de muchos colores y formas, había de todas las nacionalidades, chinas, holandesas, francesas, coreanas y muchas españolas, qué alegría nos dio a todas saludarnos, aunque eran de otras fábricas diferentes a la nuestra. Les pregunté:
- ¿Cuánto tiempo estaremos aquí?
- Dos o tres días, a veces nos sacan para llevar los bocadillos de los niños, otras para guardar alguna cosilla de la casa, pero la mayoría vamos para transportar la basura. -¡Bueno, pues esperaremos a ver que nos toca!
Empujando y empujando me puse la primera, porque me aburría y me ahogaba y necesitaba moverme, al día siguiente se abrió el armario y Fermín me cogió, me abrió bien y me colocó en un cubo, empezó a echar basura, latas, botellas, desperdicios, tetrabrik, ¡que noooooooo Fermín, que cada cosa en una bolsa! Por lo visto en esta casa no separan las basuras. Fermín me llevó al contenedor, y cuando más tranquila estaba se abre el contenedor y veo a un tipo con una cara de “guarro” y un pincho en la mano, empezó a rajar a todas las bolsas que estábamos dentro, a mí me rajó enterita y se “desparramó” toda la basura. Cuando llegó el camión de la basura nos echaron dentro y después de pasearnos por la Ciudad nos llevaron a la planta de transferencia, sí, en Valdeaguas, no os podéis imaginar cuántas bolsas íbamos en ese camión. Al descargar el camión hacía muchísimo viento y observé cómo una salía volando, y me dije: -¡Pues yo me voy también! Y empecé a volar, volar, volar… ¡Qué bonita se veía Ceuta, el monte Hacho, el Puerto…! Era todo precioso, era la primera vez que volaba, me sentía totalmente libre… Cuando el viento empezó a amainar, fui cayendo al mar y me di cuenta que también podía nadar, sin temor a ahogarme, estuve varios días nadando de un lugar a otro.


Observé cómo una tortuga grande se acercaba hacia mí, pensaba que venía a saludarme, pero abrió la boca y me quería tragar, empecé a gritar fuerte, -¡No, no, no, que no soy comestible, que te puedes ahogar! Pero claro, no me escuchaba, empezó a ahogarse la tortuga y en mi desesperación me pegué un tirón fuerte y ella empezó a toser y me dejó libre. Salí corriendo como pude de aquel lugar, porque reconozco que somos muy importantes para trasladar cosas, pero como estamos hechas de petróleo, también somos muy contaminantes y peligrosas. Al llegar a la orilla me recogieron unos operarios de limpieza y me mandaron a un lugar donde me reciclarán de nuevo.


Quizás me hagan de almidón de patatas, o de papel que no son tan contaminantes. Los humanos irán tomando conciencia, tendrán que utilizar bolsas que sean inocuas y no contaminen como las bolsas que proceden del petróleo; tendrán que utilizar las talegas de telas y los canastos de mimbre como se utilizaban antiguamente, si me reciclan y me convierten en una bolsa no contaminante, posiblemente vaya a tu casa a verte.

¡¡¡Cuando utilices bolsas de plástico en estas Navidades, acuérdate de MÍ y del daño que puedo causar!!!

domingo, 4 de diciembre de 2011

¡¡ LOS CUENTOS DE MI ABUELA!! (2)

La abuela nos dejó la semana pasada con mal sabor de boca, pero la habiamos juzgado mal, era verdad que estaba malita y estuvo unos dias con fiebre.
Fuimos a misa a la iglesia de San José, como siempre cuando terminamos nos lanzamos corriendo a la tienda de mi tio Joaquin, empezamos a ronronear mi primo Juan Carlos y yo haber si caia "algo" (la propinilla de todos los domingos) ¿¿necesita algo tito?? ¿¿quiere que te vayamos a algún mandado?? ¡¡ahora mismo no pero ir a tita Isabel si necesita algo!!, allí estaba tita Isabel y la prima Afri, preparando las tapas para el bar, ¡¡todo estaba estudiado!!, tita Isabel abrió el monedero y sacó un billete de 25 pesetas, ¡¡Tomad para que vayais esta tarde al cine!!, ¡¡jajajaja qué listos eramos!!, seguimos con la ronda de todos los domingos, ahora a casa de la Abuelita, cuando llegamos vimos que todos los primos habian tomado sus sitios y además habia aumentado el público, porque las titas y mi Madre tambien se habian apuntado a los cuentos de   la Abuela, iba a empezar su "Cuento" que nó terminó la semana pasada.
¿¿Os acordais donde lo dejamos el domingo?? dijo la Abuela, todos contestamos al unísono ¡¡Siiiii,  te quedaste en el preso Santiago!! la Abuela se quedó unos segundos pensativa y todos nosotros esperando con la boca abierta, esperando que empezara...

Pués si, Santiago era un preso  de 29 años que el destino quiso que se viera implicado en un asesinato que no cometió pero la injusticia de la Justicia lo condenó a muchos años de prisión, como estaba desesperado por su mala suerte se ofreció voluntario para ir a buscar a la niña,  en su desesperación lo mismo le daba morir lentamente en la prision, que acuchillados por los bandidos bereberes,  total nadie le iba a echar de menos puesto que no tenia familia en ninguna parte.
Le dieron un macuto que contenia cantimploras con agua y algo de comida, lo acompañaron hasta el Puente del Cristo se paró un momento agachó la cabeza y musitó algo entre los labios,   se marchó solo,  le dieron un mapa para que se pudiera orientar, sabia que los bandidos bereberes, andaban por la costa norte, en la cuevas de la montaña que parecia una Mujer Muerta, Santiago optó por subir a una loma que habia frente a Ceuta, para desde alli divisar por los lugares que debia de ir, habia varias cabilas de granjeros y agricultores musulmanes que vendian los productos a las gentes de Ceuta, fué preguntando a algunos de estos si sabian algo, le dijeron que no pero lo enviaron a otra cabila y preguntara por Hadduch, una musulmana que lo sabia todo, sin perder tiempo el preso Santiago se dirigió a  una zona llenas de corrales con animales y huertas con muchas frutas y verduras, le llevaron a conocer a Hadduch, era una mujer de unos treinta años viuda y sin hijos, con el pelo negro largo y suelto,  los ojos negros y muy guapa, era muy valerosa y lista tenia caracter de mando, era la jefa de todas las huertas de los alrededores, era la que ponia los precios de los productos que le vendian a las gentes de la Ciudad, en las Puertas del Campo no se vendia ni se compraba nada sin su conocimiento, era muy valiente lo mismo premiaba que castigaba a quien no cumplia con sus ordenes, todos los vecinos la respetaban, porque hablaba algo el español y se entendia muy bien con las gentes de la Ciudad, y eso le interesaba a todos los vendedores.
Cuando Santiago le comentó los motivos por los que estaba alli, tambien le explicó porque estaba preso y las posibilidades de quedar libre si encontraba a la niña, Santiago fué directo al grano y eso le gustó a Hadduch porque vió a un hombre desesperado, inocente y a la vez valiente por ser el unico que se presento voluntario.
 A Hadduch  que le gustaba más que la llamaran Hadú, comentó que habia escuchado que los bereberes tenian en sus  cuevas a una niña rubia, pero le dijo a Santiago que no deberia de ir porque perderia la vida en el momento que fuera capturado, ¡¡no te preocupes yo te voy a ayudar!!.
Hadú marchó hacia las cuevas con dos valientes ayudantes,   que conocian el terreno porque en varias  ocasiónes habia tratado con los bandidos la venta de mercancias y conocia al jefe, después de un dia de viaje se acercaron a las cuevas  y cuando estaba ante el jefe, Hadú que era muy valiente, le preguntó por la niña, la trajeron para que la vieran, Loli tenia mala cara y estaba asustada, Hadú le pasó la mano por la cabeza para tranquilizarla, le preguntó al jefe cuanto queria por la niña, empezaron a discutir un tira y afloja, todo se referia a cabezas de ganado productos de la huerta, gallinas, huevos, trigo etc. Hadú sabia que estaban los tres en peligro en aquel lugar, asi que aceptó una cantidad importante de productos para poder liberar a Loli, quedaron de acuerdo en un lugar concreto para llevarle un carro con todos los productos que habian solicitado y entregarle a la niña.
Al llegar Hadú a su cabila, reunió a todos los granjeros de los alrededores y les dijo que cada uno tenia que aportar algo, a regañadientes tuvieron que ir aceptando lo que Hadú le pedia.  Santiago no se podia creer lo que estaba viendo y el esfuerzo que estaban todos haciendo para liberar a la niña del comandante, Después de una semana al fin Loli estaba libre, cuando Hadú la llevó a donde estaba el preso, la  niña se abalanzó a los brazos de Santiago fuertemente y no queria soltarse de sus brazos, el motivo era que fué a la primera persona que hablaba correctamente su idioma y era uno de los suyos, Hadú sonreia de ver la alegria de la niña abrazada al preso del Hacho y las lágrimas que asomaban en los ojos de Santiago.
Al dia siguiente muy temprano marcharon hacia Ceuta, Santiago se despidió de Hadú dandole dos besos y le comentó: ¡¡no te olvidaré, si quedo libre me vengo a este lugar a ayudarte!! la mujer emocionada le dijo: ¡¡aqui estaré esperando!!.
Santiago marchó con Loli en brazos, por que no queria soltarlo,  bajando por la loma hasta el Puente del Cristo, al llegar soltó a Loli y se arrodilló delante del Cristo y sólo dijo ¡¡Gracias Señor!!, La guardia del puente les acompañó al Presidio del Hacho, se habia corrido la noticia por toda la Ciudad y empezaron a tocar todas las campanas de las iglesias, conforme iban avanzando se acercaban las gentes a saludar a la niña que seguia en brazos y vitoreando al preso Santiago.
Cuando llegaron al Hacho, Santiago dejó a la niña en el suelo y salió corriendo a abrazar a su madre y a su padre, mientras que los carceleros y los presos aplaudian al muchacho, felicitandolo por su valentia.
El Comandante se acercó a Santiago y le dió un fuerte abrazo, pero el muchacho queria hablar con el Comandante en privado, este accedió y lo llevó a su despacho, Santiago le contó  como habia sido el rescate de Loli, que los méritos se lo merecia una mujer que vivia en las cabilas que habian frente a Ceuta, que se llamaba Hadduch, pero que la conocian como Hadú, pero el Comandante le dijo ¡¡yo te prometí que si traias a mi hija, quedarias en libertad!! le entregó un documento donde asi lo demostraba, ¡¡desde este momento quedas en libertad para irte!! ¡¡cuando venga el barco tendrás todo pagado hasta llegar a Madrid!!  el muchacho le dijo que no tenia donde ir y que le gustaria quedarse en la cabila de Hadú para  ayudarle en su granja, el Comandante le dijo que le gustaria conocer a esa mujer.
Santiago fué a buscar a Hadú, a las cabilas de la loma y le dijo que el comandante queria conocerla y darle las gracias, se vistió con sus mejores galas y estaba bellisima, partieron hacia la Ciudad donde esperaba el Comandante que al verla pegó un taconazo, se cuadró y saludó marcialmente a la guapa Hadú, a continuación Loli y su Madre la saludaron dandole dos besos y agradeciendole todo lo que habia hecho para rescatar a la niña.
El Comandante le dijo que cuales habian sido los gastos del rescate, pero Hadú enfadada negó cualquier tipo de ayuda ¡¡lo he hecho con mucho gusto!!, entonces el militar comentó:
 ¡¡ A partir de este momento a la loma donde vives la llamaremos Hadú!!.
Santiago se marchó como prometió a aquel lugar para echar una mano y mejorar la producción agricola y granjera de la zona, ya que tenia suficientes conocimientos, puesto que habia trabajado  en labores agricolas en su Galicia natal.
Al final Santiago y Hadú se casaron  por los dos ritos religiosos, vivieron felices  en aquel paraiso llamado "HADÚ".  Y.......¡¡Colorín colorado este cuento se ha acabado!!


Cuando la Abuela terminó el cuento, fuimos todos a "espanchurrarla" porque era lo que más le gustaba, que nos subieramos en la cama y sentir el contacto de toda la familia alrededor de ella,  empezamos un bombardeo  de preguntas, la niña era una prima de su madre y ya sabemos    porqué ese barrio tan grande donde vive  la Abuelita  se llama Hadù.

¡¡Hasta el Domingo que viene!!