Yo Mismo

domingo, 27 de marzo de 2016

¿¿VAMOS A JUGAR??

Sin pretender menospreciar los juegos y juguetes actuales, hago una valoración de los juguetes de mi niñez, aunque cada generación es diferente en sus juegos, los juegos y juguetes de mis nietos estan en consonancia con los tiempos actuales y no se pueden comparar con los juegos y juguetes de sus padres, mucho menos con los juegos de la niñez de los Abuelos, tampoco puedo decir que los juegos de mi niñez son los mejores para todo el mundo, ¡¡no!!  solo que era mi niñez y eran los mejores para mi y mis amigos.
Cuando tenia ocho añitos,  y sobre los años cincuenta a sesenta, habian pocos juguetes mecanicos y mucho menos eléctricos, tambien habia mucho tiempo libre. salvo cuando estabamos en la escuela,  en la casa comiendo o castigados, eramos niños de la calle y habia que buscarse la vida para distraernos.
Habian juegos que eran mas propios de los niños y otros que eran mas natural para las niñas.
Uno de los juegos de los niños eran  las chapas, teniamos que ir a casa de Basilio o a la tienda de Paco, recorriamos hasta el Morro por Mi Tienda, Honorio, La Oficina, el Dolar, Juanito Arroyo, el Sardinero, etc. etc, rebuscando por el suelo todas las "fichas" que nos encontrabamos, despues las limpiabamos y las enderezabamos porque estaban dobladas del abridor, le quitabamos el corcho y le poniamos algunas estampa de futbolistas de la epoca, simplemente se pintaba en el suelo un campo con una tiza y un garbanzo como balon, de esa manera ya teniamos organizado un partido.
Al pasar la barca me dijo el barquero,
las niñas bonitas no pagan dinero...
Al pasar la Barca (Pinchar aqui)

El cocherito leré
me dijo un dia leré......
El Cochecito Leré (Pinchar)
Recuerdo que  los niños y las niñas no eramos compatibles en los juegos, habia que distinguir entre las hembras y los varones, incluso en los colegios nos separaban por sexo, uno de esos juegos de niñas aunque algunos tambien particibamos pero un poquito nada más, era "La Comba"  simplemente se necesitaba una cuerda, y a cantar, eso si los niños nos poniamos cerquita porque las niñas no utilizaban pantalones como ahora, sino falditas y entre salto y salto se le veian las rodillas y se nos iban lo ojos detras de la que estaba saltando.
Estaba el señor don Gato,
sentadito en su tejado,
miauramiaumiau, miau, miau
sentadito en su tejado....
Señor Don Gato (Pinchar)

Soy la Reina de los Mares
y ustedes lo van a ver....
Soy la Reina de los Mares (Pinchar)

Otro de los juegos que los niños de nuestro querido O,donnell, eran expertos era hacer bailar un trompo en la mano y por
Supuesto jugar sobre un circulo en la tierra, tirando los trompos enrollados en cuerdas que comprabamos en casa Lema o en la drogueria El Globo, en el extremo los mas pudientes le ponian una moneda con el "bujero" en el centro (dos reales), los mas pobres cogiamos una ficha de cerveza "machacá" y le haciamos el "bujero".
El trompo tenia que estar girando el máximo de tiempo dentro del circulo. Como todo los alrededores de las calles eran de tierra, pues era el terreno propicio para jugar al trompo, como la Puerta de la tienda de Paco Canteras.
Los juegos de los niños siempre eran mas competitivos y por supuesto mas brutos, por lo general siempre saliamos peleados, los de las niñas en sus juegos se comportaban mas modositas.
Las niñas mas pequeñitas siempre escogian juegos mas sencillitos, algunos de esos juegos tambien podian participar los niños, como ejemplo el Pase Misi, que consistia en que dos niñas hacia un puente con los brazos y elegian un color o un objeto cada una, los que iban pasando por debajo cogian a uno y le preguntaban un color y segun que dijera pasaria detras de una de las dos.    
“Pase misí,
pase misá,
por la Puerta de Alcalá,
los de adelante corren mucho,
los de atrás se quedarán....

Quisiera ser tan alta como la Luna
¡ay ay! como la Luna

Uno de los juguetes que mas gustaban en aquellos tiempos era el aro con su guia. 
Yo Mismo no tenia "aro", tenia una poca-mucha pelusa de aquellos niños que tenian su aro y siempre estaba supeditado a que me dejaran una vuelta, mi hermano cuatro años mayor, tenia un aro que era una maravilla se lo habian hecho unos amigos que tenian un taller y una guia de lo mejorcito del momento. O sea un "Aro de ultima generacion"  recuerdo que un dia mi Madre me mandaba al Morro a un mandado....¡¡ohúuuuuu!! siempre me toca a mi, en ese momento le dije ¡¡bueno que mi hermano me deje el aro, para ir más rapido!!, en un tira y afloja, al final me lo dejó, era un aro especial tenia una velocidad endiablada, llegué al Morro en un "Santiamen", hice el "recado" de mi Madre y como lo hice todo tan rapido, me dí una vuelta por las Carmelitas  y por los Bomberos para que me vieran todos los niños como disfrutaba de aquel aro, al pasar por la Campana hacia abajo, reduci la velocidad para poder presumir de aquel "aro" tan lujoso.
La "gallinita ciega",Una jugadora o jugador hace de gallinita ciega. Para ello se le tapan los ojos con un pañuelo, de manera que no pueda ver nada. El resto de los participantes hacen un corro en torno a ella/él y comienzan el siguiente diálogo:
“Gallinita ciega ¿qué se te ha perdido? (dice el corro)
Una aguja y un dedal (contesta la gallina)
Pues da tres vueltas y los encontrarás. (dice el corro)
Una, dos y tres
Y la del revés”.
La gallinita da tres vueltas sobre sí misma y, con los brazos extendidos, intenta coger a alguien del corro. El resto intentará que se despiste agachándose, tocándola, apartándose... Cuando consigue dar con alguien, debe adivinar, solamente por el tacto, de quién se trata. Si acierta, coloca la venda a la persona que ha cogido, pasando a ser ésta la gallinita; si no, repite de nuevo,
 cuando le tocaba alguna niña nos poniamos delante para que nos "tocara" un poco mientras nos identificaba, tambien el "corro de la Patata", era  formar una rueda entrelazando las manos dando vueltas al compas de las canciones.

A tapar la calle que no pase nadie nada mas que mi abuelo comiendo buñuelos                                                 A tapar la calle

El patio de mi casa es particular cuando llueve mucho se moja la mitad....                                                                                   
                                                    El Patio de mi casa (Pinchar).

Otros juegos que compartiamos algunos niños con las niñas era el "Rescate" que muchas veces por perseguir a alguien lo seguias hasta el Hospital Militar, mientras los demas aburridos esperabamos a que regresaran, o al "Escondite" ¡¡un dos tres al escondite ingles!!, como no habian ni coches ni nada donde esconderse utilizabamos los portones, tambien el "Tu la llevas dasela a quien tú más quiera".
Uno de los juegos mas bestias que habia era el del "Burro" o el "Pingo", consistia en un arbitro que se ponia contra la pared y un equipo de tres o cuatro se enganchaban unos a otros poniendo la nuca contra el culo de delante, asi formaba una fila, el otro equipo saltaban unos detras de otros, si los que estaban agachados no soportaban el peso y se derrumbaban, se volvia a repetir la operacion, si cuando todo el equipo ha saltado, y si los que están abajo han resistido el peso y no se han ‘derrumbado’, uno de ellos pregunta: ¿Churro, media manga, o manga entera? Son tres las posiciones a adivinar. Si se pone churro, se sujeta la muñeca con la mano contraria. Con media manga, la mano agarra el codo. Y con manga entera, la mano indica el hombro. Si aciertan, será este equipo el que salte la próxima vez; si no, lo volverá a hacer el equipo que estaba arriba.

Simplemente era echarle un poco de imaginacion, uno de los juguetes del verano que mas demanda tenian era tener una buena camara de coche con la tira de parches, pero bueno de lo que se trataba es que te llevaba al Mojoncillo  y al Brazo, cuando el mar estaba con "Levantazo" o "Ponientazo" y fria, nos dedicabamos a jugar a las chinas, cada un@ cogia cinco chinas de la playa y sobre una toalla jugabamos. En otras ocasiones cada uno cogia una piedra  del tamaño de una mano, haciamos un corro  y al compas de la musica ibamos pasando la piedra al que estaba a la derecha y otras veces al que estaba a la izquierda, la cancion decia asi: ¡¡San Juan del deo, San Pedro y Sansi Juan, San Pedro.......
Otras veces jugabamos al "Tres en Rayas" no se necesitaba nada, simplemente 3 chinos cada uno. Otro juego simple y sin ningun tipo de maquinaria ni nada era el juego del "Pañuelo" lo jugadores que iban ganando se iban apartando a un lado, para que finalmente se completara con otro juego como era el "tiro de la cuerda"

Cada equipo tiraba hacia un lado quien pudiera arrastrar  al contrincante era el que ganaba.
Eran tantos los juegos, que se haria interminable narrarlos todos y las cantidades de posibilidades que se podian incrementar cada uno de los juegos como...
*Tirarse con un carton por el monte de Mochila.
*Buscarse tres rodamientos y hacerse un carro con una tabla.
*Con las cañas de Genaro hacer una cervatana, para disparar
   con las semillas de los eucaliptos.
*Con cuatro cañas y unos pliegos de papel de  colores se     preparaban unas "cometas" maravillosas. 
*El juego del " Veo Veo"  VeoVeo (Pinchar)     
* El juego de "Raton que te pilla el Gato" Raton que te pilla el Gato (Pinchar)

Uno de los juegos que existian muchas posibilidades era el de las "bolas" (canicas para los fisnos),
Habia quien tenia bolas de todas clases, de cristal, de china, de acero de los rodamientos, de barro,etc, a la mejor bola que cada uno  tuvieramos le llamabamos el "Periquinchi", siempre que jugabamos, el premio del ganador era llevarse un "bola", pero nunca se ponia en juego el "Periquinchi" ¡¡Eso era sagrado!!  posiblemente era el que mas juegos podia desarrollar, En la calle Terraplen delante de la carpinteria de Juan, habia un terreno ideal para jugar a las "bolas", El Gua, el Circulo, el Túnel, el Triangulo, se jugaba para poder darle un buen "Zope" y reventarle la "bola del contrincante, cuando nos cansabamos nos ibamos a la carpinteria cogiamos dos trozos de madera, le pediamos a Juan y a su hermano unos clavos ¡¡yastá tenemos espadas para luchar!! ¡¡todo era asi de fácil!!.
En cualquier juego habia que,  o formar un equipo, o empezar el primero, o haber quien le tocaba hacer de "Gallinita Ciega",
o quien era ultimo, para todo habia que sortear, entonces existia una regla que era formar un corro y cantar una frase y señalando a todos los presentes se cantaba:

 En un café se rifa un gato
al que le toque el número cuatro,
uno, dos, tres y cuatro.

Pito pito, colorito.
¿Dónde vas tu tan bonito?
A la era verdadera,
pin, pan, fuera.

Todos cuentan hasta cinco
en la casa de Francisco
uno, dos, tres, cuatro y cinco. 

       En Tarragona existe una estatua dedicada al juego de la Pidola. Muchos mas juegos se podian realizar utilizando nuestra imaginacion, siempre solia venir gentes de otras Ciudades que traian alguna novedad y se iban añadiendo a las que ya conociamos, Como el "Piso" que consistia en hacer un
cuadriculado con un trozo de yeso o tiza y especialmente las niñas se tapaban los ojos e iban saltando de  cuadro en cuadro cantando ¡¡piso, no piso!!.

Otro juego baratito era hacer una pistola con dos alfileres de tender, pero de madera, se utilizaba uno y medio y con el muelle hacia de disparador.
O el juego de las prendas, haciendo un corro sentados en el suelo,  y cantando: 
“Antón, Antón, Antón Pirulero,
cada cual, cada cual, que aprenda su juego,
y el que no lo aprenda
pagará una prenda”....                    Anton Pirulero (Pinchar)

Por supuesto no se me puede olvidar el deporte rey como es  jugar a la  "Pelota" cualquier rincon del barrio nos valia, la calle Larga, en la puerta de Basilio, en los pisos de La Campana, en el llano de las Carmelitas, etc. y  por supuesto un juego que es internacional las "Guerrillas" de piedras.
Cuando estaba el tiempo muy malo y no podiamos salir a la calle siempre existia el recurso de intercambiarnos los tebeos en los portones, todas las escaleras se llenaban de niños con sus tebeos del Capitan Trueno  o el Jabato, eran los juegos de los inviernos cuando no podiamos ni asomarnos al portón.

No habia tele, no habia radios, no habia playa, ni podiamos salir a jugar a la pelota a la "Placilla" porque estaba llena de agua, las niñas con sus cosas o jugando a las casitas o a las comiditas, y los niños con nuestras cosas o las chapas o las colecciones de estampas de futbolitas de los tiempos.

Como me voy quedando sin material para seguir este relato, además que no quieros cansaros, aunque está claro que existen muchas modalidades y costumbres mas,  según el pueblo o la ciudad, me gustaria hacer un repaso y dedicarselo a  aquellos niños y niñas que hicieron posible que Yo Mismo fuera un niño feliz.

 A Encarni Serrano y mi hermana Afri, a Manolin y a Merceditas, Miguelin, Antoñito, Agustinito y Ana Mari Albarracin, Margari y Antonio Gomez, Afri y Manolo de Remigio, Toñi y Encarni Las Mellizas, Ana Mari y Joaquinito de Calafate,  Pacurri y Maribel Fernandez. Paqui y Maribel Picon, Ignacio Expósito, Jeromin, Marisa e Inmaculada, Rafalito y sus hermanos MariCarmen, Juanjo, Javi, Loli, y Mari Jose, Estebita, Pepito y Nena de Urbana, Mari y Andresito de Pacheco, Juan el Canuto, el Mellao, Manoli Merino, Pepe Botella, Rafa Arques, Ricardin el Maño, Los hermanos Berlanga, Inmaculada y Tere de Luisa. Los niños de la calle Terraplen:  Enriquito, Santi, Manolo Garcia y su primo Alejandro, Jose Luis Sanguesa y su prima Mila, Pepi Rodriguez, Jose Antonio y Carlos Bernal, Rosa Mari de Basilio, Pili de Pomposo, tambien los niños de la calle Codo: Nina y sus hermanas Carmeluchi y Pepi, Loli y Pepi Paz, Aida y Marialuisa, Irene, los Borregos, Pedro Maese, Paqui Benitez.
De mas arriba: Vicente Alvarez, Ramoni, Nono y Presen Rico, Maite y Eugenia Apolo, Guillermina, Pepe Corbacho...

Espero que hayais disfrutado de este relato dedicado a Nuestros muchos Juegos y los poquitos juguetes que habian.

Que disfruteis de vuestros juguetes.

viernes, 11 de marzo de 2016

La Piedra Maria

¡¡Nunca ibamos a ese lugar!... porque según nuestros mayores nos podria ocurrir las cosas mas tenebrosas y terribles que jamás hubiera ocurrido, pues ningún niño habia conseguido salir vivo de aquel lugar...
...Le decian la "Piedra Maria",  era una  piedra blanca con una superficie suave para poder sentarse, estaba en el monte que se encontraba al Este de la barriada, era la prolongación del Morro, con una pendiente descendente hasta llegar a un cortado desde donde se veia perfectamente la bahia sur de Ceuta, era muy conocido por todos los niños del barrio de O´Donnell como el Monte de la Mochila, donde todos los años lo visitabamos para pasar ese dia, pero siempre habia un limite o una persona mayor que impedia el paso hacia aquel lugar, aunque ningun niño se atrevia a pasar esa linea imaginaria que llegaba hasta la Piedra Maria.
Yo Mismo tendria unos siete añitos, cuando en un atardecer de un invierno con muchas tormentas, nos cobijamos en un portón un grupo de niños y niñas tod@s "cagaitos" de miedo, cuando a alguien se le ocurrió hablar de la Piedra Maria, estabamos con los ojos muy abiertos en la penumbra del portón iluminados de vez en cuando por los rayos y relampagos acompañados por truenos que no nos dejaba escuchar unos a otros en nuestras conversaciones de miedo...
...Cada uno iba haciendo un comentario, alguien empezó a hablar, ¡¡Póooo mi madre dice que todas las noches pasea una mujer por el monte de la Mochila con una túnica blanca y con una melena larga de color blanco!!, el miedo era patente entre los presentes, ¡¡es verdad, yo la he visto muchas noches de pasear entre los arboles!! comentaba otro, ¡¡siiii y la acompaña un hombre alto con un abrigo negro!!, otra decia que era una mujer muy guapa que murió de pena porque su novio la abandonó y quiso que la enterraran en ese lugar, por eso sale todas las noches a pasear por el monte.
Alguien comentó: ¿¿Vamos mañana hasta la piedra y  la vemos?? se hizo un silencio sepulcral y un escalofrio nos recorrió a tod@s por la espalda cuando escuchamos la voz de una mujer que venia como de ultratumba... ¡¡VENGA TODOS A SUS CASAS QUE ES MUY TARDE!! era una de nuestras madres que nos gritaba para recogernos.
Aquellas conversaciones de portón se iban olvidando, pero cuando llegaba el dia de la Mochila empezaban otra vez los comentarios terrorificos de ese lugar y tambien las noches sin dormir pensando en ¿¿que habia en ese lugar??.
 Hasta que un dia me di cuenta que Genaro iba todos los dias con sus cabras por esos lugares para pastar los animales. ¡¡yastá!! le preguntaré a Genaro.
 A la mañana siguiente con el cazo y los tres reales que valia el  litro de leche, cogí unos zuecos y me metí en el corral, mientras que Genaro estaba agachado ordeñando una cabra, le pregunté: ¿¿Usted vá todos los dias a pastar las cabras por el monte de la Mochila??, me miró serio con el ceño fruncido y asintiendo con la cabeza, a la vez que estaba esperando la siguiente pregunta, le volví a preguntar ¿¿puedo ir esta tarde a acompañarle?? me volvió a mirar y me dijo: ¡¡si!! pero se lo dices a tu madre  si te deja y te traes la merienda.
Salí del corral con una sensación muy extraña, por una parte la alegria de pasar la tarde con Genaro y las cabras y por otra parte la incertidumbre de lo que me podria ocurrir en el lugar prohibido.
Se lo dije a mi Madre y no me puso buena cara, perooooo me dijo:
 ¡¡Vale, pero le dices a Genaro que no te acerques a la Piedra Maria!! 
¡¡Si Mamá, ponme una molleta con carne de membrillo para merendar!!.
No le dije nada a ninguno de los niños y niñas, queria ir solo para enterarme bien de lo que alli ocurria, aunque Yo Mismo era un "cagueta" pero al lado de Genaro me envalentonaba, empezaron a salir las cabras a trompicones por la puerta del corral, tambien venian  los perros Sed y León que eran los que cuidaban a las cabras, empezaron a andar por todos los escarpados de los  alrededores, Genaro con su sombrero de paja y su chaqueta negra iba  silbandoles y nombrandolas por sus nombres, cada una tenia su nombre propio que se  le ponia al poco de nacer, según su comportamiento o color, como  la Marrona, la Pintá, la Rapida, la Blanquita, la Flaca, etc. Genaro llevaba un palo largo y grueso a modo de bastón y un bolso de cuero con su merienda, empezamos a subir por el monte de la Mochila, mientras que las cabras iban comiendo los brotes de las yerbas y  las cabritas pequeñas saltando y brincando alrededor de sus madres-cabras.
Genaro con las cabras por el monte.
En este mismo lugar estuvo esa piedra blanca que la conociamos
como La Piedra Maria.
Panoramica desde la Piedra Maria.
La Pintá sobre la Piedra Maria.


Cada vez nos ibamos acercando más al lugar más tenebroso, el sol ya se iba ocultando y empezaba a oscurecer pero veia que Genaro no hacia ningún gesto, ni tenia miedo, ni ná, Yo Mismo me puse detrás de él, cuando se acercó a un rellano donde habia una piedra alargada de color blanca y se sentó en la piedra, me quedé paralizado, temblando y pálido, se volvió  y me dijo ¡¡Ven, sientate aqui a mi lado!! me senté despacito por si ocurria alguna cosa, pero él con  toda naturalidad sacó un trozo de pan y un queso, me ofreció un trozo, no tenia ganas ni de comerme la molleta con carne de membrillo que me puso mi madre, entonces respiré hondo y le pregunté:
¿¿Genaro esta es la Piedra Maria?? 
¡¡Si!! esta es la Piedra Maria, todos los dias vengo aqui, me siento,  meriendo y veo toda la bahia y la Ciudad.

La verdad es que tiene una vista preciosa se ve toda la playa, la Almadrabeta, todos los barquillos que están pescando en toda la bahia y los montes de Marruecos como el Negrón, El Rincón, Cabo Negro y toda la costa.
Me fuí tranquilizando y le volví a preguntar:
¿¿Porqué le dicen la Piedra Maria??
Genaro que era una persona "bonachona", me queria mucho y  siempre me habia tratado muy bien, después de terminar el trozo de queso que tenia en la mano, empezó diciendome:
¡¡Mira Joaquinito!! antes de que se construyeran todos los pisos, ya viviamos en la casa que estamos  y empezamos en un pequeño corral con diez cabras para vender leche  a algunos vecinos, incluso venian gentes del Morro a comprar leche, entre estos vecinos habia una mujer que vivia por las Carmelitas, su nombre era Maria era natural de Almeria, estaba casada con un hombre que se dedicaba a la pesca, pero un dia  en una tarde de fuerte levante el barquillo donde iban cuatro pescadores naufragó frente a las costas de Marruecos, ahogandose todos los ocupantes, aparecieron tres de los marineros pero el marido de Maria no apareció y se le dió por fallecido, Maria no podia creerse lo que habia ocurrido, se quedó totalmente sola porque no tenia hijos ni familiares que le pudieran ayudar.

Maria en su desesperación nunca dejó de venir a este  lugar donde se divisaba toda la bahia, se sentaba en esta piedra blanca que estamos nosotros sentados esperando si su marido aparecia, asi estuvo durante varios años, los vecinos le ayudaban a darle de comer incluso yo cuando venia todas las tardes con las cabras   ordeñaba alguna aqui mismo y en un jarrillo de lata que ella traia se lo llenaba de leche fresca,  charlaba largos ratos con ella, me decia que cualquier dia vendria su marido a buscarla. 
Pero un dia dejó de acudir a su visita diaria a su Piedra, todos los vecinos del Morro preocupados por que no la veian,  la buscaron por todos lados y vinieron a este lugar a ver si estaba,  mientras que pastaban las cabras al cuidado de León y Sed, me puse a buscarla pues yo tambien la echaba de menos, pero de Maria nunca más se supo nada.
Desde entonces se le conoce a esta roca como LA PIEDRA MARIA, cuando se construyeron los pisos ya existia la leyenda de que Maria estaba enterrada aqui...
...Genaro se quedó mirando al horizonte se quitó su sombrero de paja y en voz baja decia: ¡¡Maria no está aqui, está junto a su marido!!

Durante algunos años más la leyenda continuó, nunca comenté con nadie aquella experiencia que tuve y que repetí unas pocas de veces con Genaro, los más mayores si se acercaban a estar un rato por aquellos lugares, con las siguientes generaciones  y con el tiempo fué desapareciendo el miedo que se le tenia a aquella piedra, durante muchos años fué el lugar de encuentro y reunión de grupos de jovenes del barrio.  En el año 2010 hubo unas lluvias torrenciales que provocó un corrimiento de tierras que hizo desaparecer la Piedra Maria.


Aunque ha pasado mucho tiempo, todavía permanece vivo los recuerdos  de la PIEDRA MARIA.

Caminando entre Fuertes

A los que nos gusta hacer senderismo es casi obligatorio  pasar por algunos de los Fuertes Neomedievales, he hecho muchas excursiones por algunos de ellos y siempre he prestado atención a las personas que entienden algo de los fortines.

Antes de 1859, existian unos reductos en determinados puntos de los alrededores de Ceuta, que fueron atacados por hombres de la cabila de Anyera, a partir de este momento se produjo la guerra contra Marruecos y gracias al tratado de Wad Ras, firmado el 26-04-1860, en el lugar de aquellos reductos se construyeron unas fortificaciones militares de estilo Neomedieval, que sirvieran para vigilancia y a la vez que fueran  capaces de aguantar las enbestidas de las tropas enemigas, las caracteristicas que tenian en común era que todos divisaban a la torre que tenian a la izquierda y la que tenian a la derecha, a través de distintas señales como banderas, espejos, fogatas o sonidos de campanas, dependiendo de las horas del dia, se iban dando las novedades de un fuerte a otro, hasta llegar al cuartel general del Serrallo y viceversa.
Teniendo apróximadamente unos diez años, frecuentaba diariamente la casa de mi abuelita Lola, justo frente del Cuartel de la Guardia Civil, todas las semanas era como una feria cuando salian los destacamentos de Guardias Civiles que caminaban a pie para hacer las guardias en cada fuerte, que duraban una semana, era curioso porque se les preguntaba: ¿¿A donde vais?? ¡¡ a Anyera!!  ¡¡a Mendizabal!! y asi un destacamento para cada fuerte, al dia siguiente veiamos  regresar a los destacamentos de Guardias Civiles relevados, más adelante los trasladaban en autobuses.