Yo Mismo

jueves, 30 de mayo de 2019

Un Virus Maligno


Pienso que es un virus el que nos asola a la humanidad, estamos infectados y todavia no existe ni vacunas ni antidotos para contrarrestar este virus maligno, conforme voy paseando cada vez hay más personas infectadas.
Este virus se llama " EL TELEFONO", si, es un aparatito pequeño como si fuera una tabletita de chocolate, que se pega a las manos y es imposible de soltarlo, los medicos se ven impotentes a la hora de tratar esta enfermedad, el problema está  en que cada dia hay más personas infectadas, porque es muy contagiosa a través del compañero de clase o de trabajo, los vecinos, los amigos y sobre todo se puede contagiar por la propia familia.

Se han hecho estudios de personas que se han olvidado que la comida está en el fuego, o se han olvidado de recoger los niños del colegio, o de echar gasolina al coche, hay quien se le olvida de ir a trabajar, pero lo que está claro es que "EL TELEFONO" no se le olvida a nadie.


Claro que además con todas las ultimas tecnologias de los telefonos móviles como el Bluetooh, Instagram, WhatsApp, Telegram, Facebook y un sin fin de posibilidades, se han ido rompiendo amistades por no tener estos sistemas de comunicacion, es muy frecuente escuchar: ¿¿tú  no tienes WhatsApp?? ni Instagram ¿¿ni Wifi?? ¿¿ni Bluetooh??, si no tienes todas estas tecnologias te van dando de lado hasta que la amistad se va perdiendo y todo por no tener estos sistemas.
No hace ni un año este virus era exclusivo de la juventud, pero en la actualidad  se ha ido extendiendo hacia los más mayores, es extraño ir de cena,  de copas, en el autobus, andando por las calles, por la noche por la mañana temprano, durante las comidas, los desayunos y no ver a tres o cuatro personas manipulando "El TELEFONO".
Este virus se detecta sobre todo por las calles, ¿¿como puede ir una persona andando y a la vez escribiendo?? se va perdiendo el contacto directo con la familia o los amigos, pero sin embargo ha aumentado la comunicación a través de los nuevos sistemas, además cuando no se utiliza para lo que se creó  que es llamar o recibir llamadas, pues...¡¡a jugaaaarrr!! "El Apalabrado", "El Solitario", "El Parchis, "Super-Mario", etc.

Me parece patético que vayan dos personas paseando y andando y que una de ellas esté utilizando el móvil para jugar o para escribir a través del WhatsApp, ignorando totalmente todo lo que ocurre alrededor. Tambien que  exista una reunión de varias personas y que lo primero que se pone encima de la mesa sea "EL TELEFONO", en el momento que suena, se pierden las formas, la educacion y el saber estar, o cuando se está en el cine y aparece un reflejo y es alguien que está escribiendo algo sin importarle nada la pelicula, ni  si está molestando a los  que están en los alrededores viendo la pelicula.



Si no te crees lo que estoy diciendo, date un paseo por las principales calles  y durante unos minutos, cuenta cuantas personas  alrededor tuya están manipulando "EL TELEFONO", ¡¡te sorprenderás!!.


Lo más grave es que ya nadie coge un papel y un lapiz para escribir una frase con las palabras correctas, acentuando y puntuando (no saben), porque con este aparatito se escribe recortando palabras, utilizando muñequitos (emoticonos) y signos, con significados diferentes, como "estoy contento","estoy enfadado","tengo sueño", etc. Me atreveria a decir que un porcentaje muy alto del "Fracaso Escolar" de los adolescentes es precisamente por culpa de "EL TELEFONO".
¡¡Perdonad estoy recibiendo un "Guasa"!!

lunes, 13 de mayo de 2019

HISTORIA DE LA BOLSA

En los ultimos tiempos nos están bombardeando con el tema de la economia Mundial,   que si  la Prima de Riesgo, que si los intereses bursatiles, que si el Ibex 35, que si el Wall Street, que si la bolsa sube, que si la bolsa baja, ¡¡pero no!!  no me voy a referir a ese tipo de bolsa... ¡¡lees la siguiente historia y te enteraras!!

¡¡Hola!! vengo de una familia muy numerosa, mis abuelos nacieron en el año 1.970, tenemos infinidad de formas, colores, tamaños, con dibujos o sin dibujos, somos de todas las nacionalidades, procedemos del petróleo, somos muchos millones repartidas por todo el mundo, seguro que habrá muchas hermanas mías metidas en tus armarios o en cualquier lugar de tu casa, somos imprescindible para el traslado de cualquier objeto, cada persona utiliza a más de 400 hermanas mías en todo el año, nos reutilizan en distintas ocasiones y nos reciclan para que nazcan más hermanas, a pesar de que somos jóvenes con 40 años de existencia estamos llamadas a desaparecer…
¿Qué no sabes quienes somos? ¡¡Pues nosotras somos ”LAS BOLSAS DE PLASTICO”!!
Nací en una fábrica de materiales plásticos y nos hicieron pasar por muchas máquinas hasta que nos fueron dando formas y colores; éramos muchísimas hermanas, íbamos a la bulla de un lado para otro nos iban metiendo en cajas, yo les preguntaba a mis hermanas a grito limpio…
- ¿Vosotras quiénes sois?
- ¡¡Nosotras somos bolsas de basura!! ¿No ves el cordón que tenemos? ¡¡Es para que nos sujeten!! ¡¡Somos de muchos colores: amarillo, azul, verde…, la mayoría somos de color negro!!

Les pregunté a otras que ya estaban en sus cajas: -¿Y vosotras? – ¡¡A nosotras nos han hecho en forma de camiseta y nos llevan a una imprenta porque nos van a poner el nombre de un almacén!!
En otra caja grande habían miles de bolsitas de color transparente con distintos tamaños, y me decían que eran para los comercios que venden chuches. ¡Qué suerte han tenido, que dulces van a vivir!
A las que salían mas gruesas les daban forma de sacos para llevar arena o escombros o para transportar patatas y otros productos, hay otras que son de más categoría y les ponen unas asas de plásticos para las boutiques de ropas, otras muy grandes, sirven para transportar trajes y también sirve de guardarropas, (o sea, casi toda la vida sin hacer nada) ¡¡qué aburrimiento!!
Las que tenían forma de camiseta y de color verde eran las pobres, iban a los mercados para transportar pescado, las azules para la pollería y las carnicerías, otras más estrechitas eran para el pan. Realmente nuestra misión es la de transportar cualquier objeto, deberíamos pertenecer al Ministerio de Transportes.
La caja donde me encontraba, la metieron en la imprenta y nos grabaron a todas (el sistema se llama flexografía); nos pusieron el nombre de un supermercado muy famoso (no recuerdo el nombre). Una vez que estábamos metiditas en la correspondiente caja, nos metieron en un camión y a viajar, íbamos muy contentas y deseando hacer nuestro trabajo. Una vez llegado a un almacén muy grande donde había cientos de cajas con miles de bolsas en cada caja, cogieron la nuestra y escuchamos a un hombre decir:

- ¡Ésta va para Ceuta! (hay que decir que nosotras escuchamos a los humanos lo que dicen, pero lo que nosotras hablamos no lo escucha nadie, nada más que nosotras).
- ¿Ceuta? Chicas, ¿sabéis dónde está Ceuta? Una de las más antiguas que había sido reciclada, dijo: ¡Sí, estuve un tiempo en esa Ciudad; es muy bonita!
Cruzamos el estrecho en un ferry y nos descargaron en un almacén, era muy grande, había muchos productos por todas partes, nosotras comentábamos qué tipo de cosas nos tocaría llevar; abrieron nuestra caja y sacaron a unas mil bolsas entre las que me encontraba yo, nos despedimos de nuestras compañeras, quizás no nos viéramos más, (hay que recordar que tardamos más de 400 años en descomponernos); estábamos muy nerviosas por saber con quién nos iba a tocar y qué productos nos tocaría transportar.
Nos distribuyeron por diferentes cajas en grupos de unas cien, era muy temprano porque no había nadie todavía en el supermercado y estábamos impacientes por empezar nuestro trabajo. Vimos como abrían las puertas y rápidamente empezaron a llegar gentes con las compras a las cajas, empezaron mis compañeras a salir, hasta que me toco a mí, era una señora que iba con su marido, ella le decía:
-¡Fermín no metas muchas cosas que se rompen las bolsas! Y él le contesto: -¡Si, Consuelo! Fermín me cargó con una docena de huevos, un paquete de crispi, un bote de champú, una botella de aceite y un paquete con dos lechugas. La verdad es que iba bastante cómoda, me metieron en el carro con otras cuatros compañeras más, una de ellas casi se rompe porque le habían metido cinco latas grandes, nos llevaron a un coche y nos metieron en el maletero.
Cuando llegamos, Fermín nos descargó del coche y nos metió en su casa, Consuelo le decía: -¡Fermín, cuando termines de colocar los mandados, mete todas las bolsas con las demás! Efectivamente nos metió en una bolsa muy grande, donde había otras muchas hermanas de muchos colores y formas, había de todas las nacionalidades, chinas, holandesas, francesas, coreanas y muchas españolas, qué alegría nos dio a todas saludarnos, aunque eran de otras fábricas diferentes a la nuestra. Les pregunté:
- ¿Cuánto tiempo estaremos aquí?
- Dos o tres días, a veces nos sacan para llevar los bocadillos de los niños, otras para guardar alguna cosilla de la casa, pero la mayoría vamos para transportar la basura. -¡Bueno, pues esperaremos a ver que nos toca!
Empujando y empujando me puse la primera, porque me aburría y me ahogaba y necesitaba moverme, al día siguiente se abrió el armario y Fermín me cogió, me abrió bien y me colocó en un cubo, empezó a echar basura, latas, botellas, desperdicios, tetrabrik, ¡que noooooooo Fermín, que cada cosa en una bolsa! Por lo visto en esta casa no separan las basuras. Fermín me llevó al contenedor, y cuando más tranquila estaba se abre el contenedor y veo a un tipo con una cara de “guarro” y un pincho en la mano, empezó a rajar a todas las bolsas que estábamos dentro, a mí me rajó enterita y se “desparramó” toda la basura. Cuando llegó el camión de la basura nos echaron dentro y después de pasearnos por la Ciudad nos llevaron a la planta de transferencia, sí, en Valdeaguas, no os podéis imaginar cuántas bolsas íbamos en ese camión. Al descargar el camión hacía muchísimo viento y observé cómo una salía volando, y me dije: -¡Pues yo me voy también! Y empecé a volar, volar, volar… ¡Qué bonita se veía Ceuta, el monte Hacho, el Puerto…! Era todo precioso, era la primera vez que volaba, me sentía totalmente libre… Cuando el viento empezó a amainar, fui cayendo al mar y me di cuenta que también podía nadar, sin temor a ahogarme, estuve varios días nadando de un lugar a otro.

Observé cómo una tortuga grande se acercaba hacia mí, pensaba que venía a saludarme, pero abrió la boca y me quería tragar, empecé a gritar fuerte, -¡No, no, no, que no soy comestible, que te puedes ahogar! Pero claro, no me escuchaba, empezó a ahogarse la tortuga y en mi desesperación me pegué un tirón fuerte y ella empezó a toser y me dejó libre. Salí corriendo como pude de aquel lugar, porque reconozco que somos muy importantes para trasladar cosas, pero como estamos hechas de petróleo, también somos muy contaminantes y peligrosas. Al llegar a la orilla me recogieron unos operarios de limpieza y me mandaron a un lugar donde me reciclarán de nuevo.

Quizás me hagan de almidón de patatas, o de papel que no son tan contaminantes. Los humanos irán tomando conciencia, tendrán que utilizar bolsas que sean inocuas y no contaminen como las bolsas que proceden del petróleo; tendrán que utilizar las talegas de telas y los canastos de mimbre como se utilizaban antiguamente, si me reciclan y me convierten en una bolsa no contaminante, posiblemente vaya a tu casa a verte.



¡¡¡Cuando utilices bolsas de plástico  acuérdate de MÍ y del daño que puedo causar!!!

domingo, 12 de mayo de 2019

LA PIEDRA MARIA

¡¡Nunca ibamos a ese lugar!... porque según nuestros mayores nos podria ocurrir las cosas mas tenebrosas y terribles que jamás hubiera ocurrido, pues ningún niño habia conseguido salir vivo de aquel lugar...
...Le decian la "Piedra Maria",  era una  piedra blanca con una superficie suave para poder sentarse, estaba en el monte que se encontraba al Este de la barriada, era la prolongación del Morro, con una pendiente descendente hasta llegar a un cortado desde donde se veia perfectamente la bahia sur de Ceuta, era muy conocido por todos los niños del barrio de O´Donnell como el Monte de la Mochila, donde todos los años lo visitabamos para pasar ese dia, pero siempre habia un limite o una persona mayor que impedia el paso hacia aquel lugar, aunque ningun niño se atrevia a pasar esa linea imaginaria que llegaba hasta la Piedra Maria.
Yo Mismo tendria unos siete añitos, cuando en un atardecer de un invierno con muchas tormentas, nos cobijamos en un portón un grupo de niños y niñas tod@s "cagaitos" de miedo, cuando a alguien se le ocurrió hablar de la Piedra Maria, estabamos con los ojos muy abiertos en la penumbra del portón iluminados de vez en cuando por los rayos y relampagos acompañados por truenos que no nos dejaba escuchar unos a otros en nuestras conversaciones de miedo...
...Cada uno iba haciendo un comentario, alguien empezó a hablar, ¡¡Póooo mi madre dice que todas las noches pasea una mujer por el monte de la Mochila con una túnica blanca y con una melena larga de color blanco!!, el miedo era patente entre los presentes, ¡¡es verdad, yo la he visto muchas noches de pasear entre los arboles!! comentaba otro, ¡¡siiii y la acompaña un hombre alto con un abrigo negro!!, otra decia que era una mujer muy guapa que murió de pena porque su novio la abandonó y quiso que la enterraran en ese lugar, por eso sale todas las noches a pasear por el monte.
Alguien comentó: ¿¿Vamos mañana hasta la piedra y  la vemos?? se hizo un silencio sepulcral y un escalofrio nos recorrió a tod@s por la espalda cuando escuchamos la voz de una mujer que venia como de ultratumba... ¡¡VENGA TODOS A SUS CASAS QUE ES MUY TARDE!! era una de nuestras madres que nos gritaba para recogernos.
Aquellas conversaciones de portón se iban olvidando, pero cuando llegaba el dia de la Mochila empezaban otra vez los comentarios terrorificos de ese lugar y tambien las noches sin dormir pensando en ¿¿que habia en ese lugar??.
 Hasta que un dia me di cuenta que Genaro iba todos los dias con sus cabras por esos lugares para pastar los animales. ¡¡yastá!! le preguntaré a Genaro.
 A la mañana siguiente con el cazo y los tres reales que valia el  litro de leche, cogí unos zuecos y me metí en el corral, mientras que Genaro estaba agachado ordeñando una cabra, le pregunté: ¿¿Usted vá todos los dias a pastar las cabras por el monte de la Mochila??, me miró serio con el ceño fruncido y asintiendo con la cabeza, a la vez que estaba esperando la siguiente pregunta, le volví a preguntar ¿¿puedo ir esta tarde a acompañarle?? me volvió a mirar y me dijo: ¡¡si!! pero se lo dices a tu madre  si te deja y te traes la merienda.
Salí del corral con una sensación muy extraña, por una parte la alegria de pasar la tarde con Genaro y las cabras y por otra parte la incertidumbre de lo que me podria ocurrir en el lugar prohibido.
Se lo dije a mi Madre y no me puso buena cara, perooooo me dijo:
 ¡¡Vale, pero le dices a Genaro que no te acerques a la Piedra Maria!! 
¡¡Si Mamá, ponme una molleta con carne de membrillo para merendar!!.
No le dije nada a ninguno de los niños y niñas, queria ir solo para enterarme bien de lo que alli ocurria, aunque Yo Mismo era un "cagueta" pero al lado de Genaro me envalentonaba, empezaron a salir las cabras a trompicones por la puerta del corral, tambien venian  los perros Sed y León que eran los que cuidaban a las cabras, empezaron a andar por todos los escarpados de los  alrededores, Genaro con su sombrero de paja y su chaqueta negra iba  silbandoles y nombrandolas por sus nombres, cada una tenia su nombre propio que se  le ponia al poco de nacer, según su comportamiento o color, como  la Marrona, la Pintá, la Rapida, la Blanquita, la Flaca, etc. Genaro llevaba un palo largo y grueso a modo de bastón y un bolso de cuero con su merienda, empezamos a subir por el monte de la Mochila, mientras que las cabras iban comiendo los brotes de las yerbas y  las cabritas pequeñas saltando y brincando alrededor de sus madres-cabras.
Genaro con las cabras por el monte.
En este mismo lugar estuvo esa piedra blanca que la conociamos
como La Piedra Maria.
Panoramica desde la Piedra Maria.
La Pintá sobre la Piedra Maria.


Cada vez nos ibamos acercando más al lugar más tenebroso, el sol ya se iba ocultando y empezaba a oscurecer pero veia que Genaro no hacia ningún gesto, ni tenia miedo, ni ná, Yo Mismo me puse detrás de él, cuando se acercó a un rellano donde habia una piedra alargada de color blanca y se sentó en la piedra, me quedé paralizado, temblando y pálido, se volvió  y me dijo ¡¡Ven, sientate aqui a mi lado!! me senté despacito por si ocurria alguna cosa, pero él con  toda naturalidad sacó un trozo de pan y un queso, me ofreció un trozo, no tenia ganas ni de comerme la molleta con carne de membrillo que me puso mi madre, entonces respiré hondo y le pregunté:
¿¿Genaro esta es la Piedra Maria?? 
¡¡Si!! esta es la Piedra Maria, todos los dias vengo aqui, me siento,  meriendo y veo toda la bahia y la Ciudad.

La verdad es que tiene una vista preciosa se ve toda la playa, la Almadrabeta, todos los barquillos que están pescando en toda la bahia y los montes de Marruecos como el Negrón, El Rincón, Cabo Negro y toda la costa.
Me fuí tranquilizando y le volví a preguntar:
¿¿Porqué le dicen la Piedra Maria??
Genaro que era una persona "bonachona", me queria mucho y  siempre me habia tratado muy bien, después de terminar el trozo de queso que tenia en la mano, empezó diciendome:
¡¡Mira Joaquinito!! antes de que se construyeran todos los pisos, ya viviamos en la casa que estamos  y empezamos en un pequeño corral con diez cabras para vender leche  a algunos vecinos, incluso venian gentes del Morro a comprar leche, entre estos vecinos habia una mujer que vivia por las Carmelitas, su nombre era Maria era natural de Almeria, estaba casada con un hombre que se dedicaba a la pesca, pero un dia  en una tarde de fuerte levante el barquillo donde iban cuatro pescadores naufragó frente a las costas de Marruecos, ahogandose todos los ocupantes, aparecieron tres de los marineros pero el marido de Maria no apareció y se le dió por fallecido, Maria no podia creerse lo que habia ocurrido, se quedó totalmente sola porque no tenia hijos ni familiares que le pudieran ayudar.

Maria en su desesperación nunca dejó de venir a este  lugar donde se divisaba toda la bahia, se sentaba en esta piedra blanca que estamos nosotros sentados esperando si su marido aparecia, asi estuvo durante varios años, los vecinos le ayudaban a darle de comer incluso yo cuando venia todas las tardes con las cabras   ordeñaba alguna aqui mismo y en un jarrillo de lata que ella traia se lo llenaba de leche fresca,  charlaba largos ratos con ella, me decia que cualquier dia vendria su marido a buscarla. 
Pero un dia dejó de acudir a su visita diaria a su Piedra, todos los vecinos del Morro preocupados por que no la veian,  la buscaron por todos lados y vinieron a este lugar a ver si estaba,  mientras que pastaban las cabras al cuidado de León y Sed, me puse a buscarla pues yo tambien la echaba de menos, pero de Maria nunca más se supo nada.
Desde entonces se le conoce a esta roca como LA PIEDRA MARIA, cuando se construyeron los pisos ya existia la leyenda de que Maria estaba enterrada aqui...
...Genaro se quedó mirando al horizonte se quitó su sombrero de paja y en voz baja decia: ¡¡Maria no está aqui, está junto a su marido!!

Durante algunos años más la leyenda continuó, nunca comenté con nadie aquella experiencia que tuve y que repetí unas pocas de veces con Genaro, los más mayores si se acercaban a estar un rato por aquellos lugares, con las siguientes generaciones  y con el tiempo fué desapareciendo el miedo que se le tenia a aquella piedra, durante muchos años fué el lugar de encuentro y reunión de grupos de jovenes del barrio.  En el año 2010 hubo unas lluvias torrenciales que provocó un corrimiento de tierras que hizo desaparecer la Piedra Maria.


Aunque ha pasado mucho tiempo, todavía permanece vivo los recuerdos  de la PIEDRA MARIA.