Yo Mismo

jueves, 14 de julio de 2016

A mi amigo El Trompi

Yo Mismo pasé muchas horas con él, en ese chiringuito que hizo detrás de su casa, o en cualquier porton, nos tirabamos horas y horas charlando de cualquier tema, pero el principal tema era ¿¿Qué vamos a comer??
Siempre fue un hombre muy inquieto, se apuntaba a todo aunque fuera un bombardeo, casi toda su vida estuvo trabajando para la “Fabrica de la Luz” o sea, que era un hombre de mucha corriente, empezó como simple peon y poco a poco fue ascendiendo de categoria, hasta llegar a ser capataz.


Colocando los postes 
de la luz a mano.


Abriendo zanjas para el cableado
a pico y pala.


Efectivamente estoy hablando de Antonio Beltran Garcia,
¿¿Quién es, Yo Mismo?? ¡¡No me diga que no lo sabes!!  ¡¡ pues!!….¡¡El Trompi!! ¡¡Aaaahhhh es verdad!!
Ni lo compañeros, ni los amigos, ni los vecinos, lo conociamos por su nombre y apellidos, al decir Trompi, no habia un rincon en toda Ceuta que no lo conociera.
Nadie puede estar quejoso del Trompi, porque siempre fue una persona servicial con todos, por motivos de su trabajo recorria todos los rincones de la Ciudad o bien haciendo instalaciones nuevas o bien reparando averias, incluso regalaba bombillas a las gentes humildes de todos los barrios, Benzu, el Barrio San Antonio, el Foso San Felipe, etc, etc.

Antonio, Mari, Joaquin y Loli.
Se casó con Maria del Carmen Arques Gonzalez, ¡¡siiiii, que si!! ¡¡Mari... la del Trompi!!.
Al principio estuvieron viviendo en la vivienda de un transformador que habia donde hoy en dia esta el Parque de Bomberos, después estuvieron en la Barriada Erquicia durante dos años y al final se vinieron a vivir a la casa de los Padres de Mari, Juan Sebastian Elcano, porton 12.

Tuvieron seis hijos Pili, Ramon, Jose, Javi, Antonio y Mario. Pero Dios les puso a esta familia una prueba muy dura y se llevó a Mario siendo todavía un niño, aquella prueba les costo mucho trabajo superarla, pero entre todos hicieron un esfuerzo y permaneció la familia unida para poder superar los designios del Señor.

Como homenaje y recuerdo a Mario, siempre permanecera en la memoria de todos.

Escala en Hifi.
Sergio, Isa Mari, Mario y Javi.
Mario y Antoñito con su prima Mari.


Tod@s los que hemos conocido al Trompi, sabiamos que tenia una debilidad, que era la comida y sobre todo las chucherías, no se si tenia una “debilidad o una solitaria”, nunca se cuidaba, a Mari la tenia "desesperá" porque siempre tenia la tension alta y el azúcar y el colesterol y el acido úrico y todos los parámetro de las analiticas le salian disparatados, Mari constantemente lo mantenia a raya cuando estaba en la casa, pero cuando salia, fumaba como un “carretero”, se tomaba sus cervecitas, tambien chucherías, que era lo que mas le gustaba. Incluso en su propia casa se escondia para comerse un helado, sin que Mari lo viera.
Rondon, Pepe, Juan Canuto, Juan, Trompi y Lolo. 
Realmente era un niño más, era raro la tarde que no aparecia por el chiringuito algun chiquillo con su bocadillo de merienda, al Trompi se le iban los ojos detrás del bocadillo y siempre preguntaba: ¿¿de qué es el bocadillo??  ¡¡de mortadela!! Contestaba el chiquillo, realmente a él lo mismo le daba que fuera de “mantecacolorá” o de salchichón, el caso era que tenia que probarlo, ¿¿me dá un pellizquito?? Como todos los niños lo conocían le daba el bocata al Trompi para  que cogiera un “pellizquito”. Con el “pellizquito” merendabamos los tres o cuatros que estabamos por alli, siempre que a los niños no le gustaba mucho el bocadillo que le preparaba la madre, se iba a donde estuviera El Trompi, que rapidamente lo liberaba de la carga que suponia comerse un bocadillo sin ganas.


El Trompi no subia ni las cuestas,
solo las subia en burro.
Mari y Antonio con su flamante moto.
En su trabajo siempre fue muy considerado tanto por los jefes como con los compañeros, a algunos les he preguntado algo sobre el Trompi y rapidamente se les ha hecho un nudo en la garganta y los ojos llorosos, me comentaban ¡¡más que compañero, era como un hermano para todos nosotros!!
Con respecto a los vecinos, era raro al vecino que no conociera, con tod@s y participando en todo lo que el barrio necesitaba, tambien colaboraba con las distintas directivas de la barriada, instalando luces, ayudando a montar escenarios, participando en los acontecimientos como navidades, carnavales, mochilas, escalas en hifi, etc, etc.

Una de las muchas mochilas que hemos hecho.
Entre Mari y el Trompi fueron criando y educando a todos sus hijos, Pili que fue la mayor era como la segunda Madre para todos sus hermanos, era mucho mas extricta para el Trompi que la propia Mari, ¡¡uuufffff!! Cualquiera era el guapo que se metia con “mamá Pili”, Ramon fué y es el más serio, pero no por eso deja de ser una persona maravillosa y servicial. Jóse el tercero de la familia, es el busca vida, ha ido labrandose su futuro peldaño a peldaño,Javi, es el mas vividor del grupo, cuando lo veo le digo: ¡¡cada dia te pareces más a tu padre!! Se sienta en cualquier lugar y empieza ¡¡dameeee!! ¡¡traeeee!! ¡¡cogeeee!! ¡¡me das un “pellizquito”!!, las mismas costumbres que el Trompi… Jajajajaja ¡¡me hace gracia, Antoñito!! Cada vez que me vé me comenta: ¡¡tienes fotos de todas las gentes de mi edad cuando eramos mas jóvenes!! ¿¿y yo, donde estaba que no salgo en ninguna??
Yo Mismo le contesto, ¡¡pues mientras que los demás se iban de juerga o a la feria!! Tú te ibas a buscar “doraos” para cazar!! Jajajajaja.


Trompi, Paz y Curro.
 Me dejo para el final a la “Matriarca” Mari, ¿¿como es posible que tenga a rayas a toda la “tropa”??, comen casi todos los domingos juntos, son un “puñao” entre hijos, nueras, nietos y agregados, en todas las casas se suele decir… ¡¡donde comen dos comen tres!!, pero en casa de Mari y de Pili, es… ¡¡donde comen dos comen treintaytres!!. Mari atendia a la familia y a los agregados, recuerdo en una ocasión que apareció un extranjero joven, al cual lo atracaron robandole todo lo que llevaba y le dieron una paliza que lo dejaron mal herido, ¡¡parece como que un “angel” le dirigió los pasos a Mari la del Trompi!! Lo acogió en su casa como si fuera un hijo más, lo curó, lo acompañó a la policia, a su cónsul, le dió ropa, una cama y comia en la mesa con toda la familia, hasta que le arreglaron toda la documentación y se marchó, el joven y sus padres le mandaron una carta preciosa a Mari, agradeciendole su comportamiento. ¡¡Eso solo lo puede hacer una buena Madre!!



Yo Mismo tengo la satisfacción y el orgullo de pertenecer al entorno de toda esta familia de los Trompis, porque el “apellido” TROMPI, durará varias generaciones, no hay un miembro de la familia que no lo conozcan por su verdadero “apellido” TROMPI.

Dedicado con el reconocimiento y el cariño de Yo Mismo, para toda la familia TROMPI.