Era domingo y habiamos salido de misa de las doce, estabamos mi primo Juan Carlos y Yo Mismo jugando a la pelota en la puerta del cuartel de la Guardia Civil, allá en la barriada de Hadú, eramos dos equipos, un equipo lo formaba los niños que vivian en el cuartel y el otro equipo lo componiamos los que viviamos fuera, como es lógico teniamos mejor equipo con Melchorín,Vilches, Fuentes, Juan Carlos mi primo, más un montón como Yo Mismo que no tocabamos bola, pero eso si estabamos para hacer bulto, en la puerta del cuartel se ponian todos los Guardias Civiles a ver el partido y señalar las faltas, como si fueran arbitros, siempre nos hacian trampas ¡¡Claro como eran sus hijos!!. De pronto aparecieron mi hermana Afri, mi primo Francisco Javier y mi prima Lucre, nos decian, ¡¡daros prisa que la Abuelita nos va a contar un cuento!!, como flechas salimos corriendo para coger un buen sitio delante de la Abuelita Lola, primero empezó a contarnos para ver si estabamos todos, aunque habia subido el aforo con dos vecinitas más para escuchar a la Abuelita, nos miró a tod@s y dijo...Mi Abuela, (o sea nuestra Tatarabuela), me contó una historia que decia asi...
Esta es nuestra Abuelita Lola. |
Hace muchos años Ceuta habia una fortaleza en el Monte Hacho, que era una prisión, donde traian a todos los malhechores, criminales y delicuentes de toda España.
Hacia el centro de la Ciudad habian viviendas de personal civil y comercios que se dedicaban a vender algunos viveres y productos de primera necesidad, en la prisión del Hacho habia más de tres mil personas, entre prisioneros y carceleros, tambien vivian en unos pabellones aparte los carceleros y oficiales al mando del presidio.
Hacia el centro de la Ciudad habian viviendas de personal civil y comercios que se dedicaban a vender algunos viveres y productos de primera necesidad, en la prisión del Hacho habia más de tres mil personas, entre prisioneros y carceleros, tambien vivian en unos pabellones aparte los carceleros y oficiales al mando del presidio.
Como Ceuta estaba totalmente aislada y amurallada no se podia salir por ningun lugar solo existia un Puente elevadizo, que se le conocia como el Puente del Cristo, por este motivo habia muchos prisioneros que estaban liberados, que quiere decir que se podian mover por toda la Ciudad, para llevar viveres y tabaco para negociar con los presos, o como sirvientes en casa de los oficiales.
Todos los martes venia un velero desde la peninsula, con viveres para la prisión como trigo, cebada, arroz, animales vivos como cerdos, vacas para carne, era raro la semana que no traia diez o quince prisioneros para el Hacho, tambien solia traer algunos productos para las tiendecitas como telas para hacer trajes, bidones de vino, barricas con sardinas arenques y muchos productos más.
El Puente del Cristo se elevaba a las ocho de la mañana para que pudieran pasar personas y los carros que iban a un lugar donde se le conocia como Puertas del Campo, que era un lugar con grandes arboledas, donde diariamente y por la mañana acudian todos los agricultores, ganaderos y granjeros musulmanes de las cabilas que rodeaban a Ceuta, donde vendian sus productos a las familias de militares, a los civiles y tambien acudian del presidio con dos carretas grandes para abastecer de productos frescos como leche, huevos, gallinas, conejos, frutas y verduras.
Este lugar era vigilado por grupos de militares fuertemente armados, porque en los alrededores habian asentamientos de arabes que se dedicaban al asalto, robo y asesinato de cualquier persona ya sea cristiana o musulmana que se despistara por los alrededores, por ese motivo a las cinco de la tarde se disparaba un cañonazo, para que todos regresaran porque el puente se cerraria una hora más tarde, al cruzar se daba las gracias al Cristo del Puente.
Cierto dia las carretas del Hacho iban a partir hacia las Puertas del Campo para hacer las compras, un grupo de niñas hijas de los oficiales de entre cinco y siete años, querian bajar a la Ciudad para conocerla, una mañana sin que se dieran cuenta los vigilantes se ocultaron cuatro niñas, que eran las más valientes, entre ellas estaba Loli que era la hija del Comandante de la prisión, con el pelo largo muy rubia y los ojos verdes, Loli tenia cinco años.
Cuando llegaron a la altura del Puente del Cristo se bajaron todas y se fueron corriendo hacia el Hacho, mientras que Loli se habia quedado dormida dentro del carro, cuando llegaron a las Puertas del Campo, habia mucho griterio entre vendedores y compradores de los productos del campo, Loli despertó y asustada salió corriendo sin saber a donde se tenia que dirigir, con la mala fortuna que ningún vigilante se dió cuenta, además que desorientada empezó a andar por la costa norte que llevaba a un lugar donde habia una montaña con la figura de una Mujer Muerta, precisamente era la zona donde se encontraban los bandidos bereberes.
Al anochecer los bandidos la encontraron, cansada y desfallecida, la llevaron a las cuevas que habian a los pies de la montaña de la Mujer Muerta, le dieron de comer y la dejaron que descansara, ya pensarian lo que harian con Loli al dia siguiente.
Mientras tanto cuando las niñas comentaron lo ocurrido, saltaron las alarmas en toda la fortaleza, salieron inmediatamente patrullas a buscar a Loli, pero todos los esfuerzos fueron en vano, tampoco se atrevian ir más al norte porque se podrian encontrar con los bandidos bereberes, porque eran mas numerosos, tuvieron que volver a Ceuta después de buscar durante todo el dia.
Al dia siguiente el comandante ofreció a los presos más peligrosos que si iban a buscar a su hija y la encontraba les daria la libertad total, ninguno se atrevió a ofrecerse voluntario porque sabian que no era nada facil, serian capturados por los bereberes, martirizados y muertos, pero hubo un preso llamado Santiago que se ofreció para buscarla...
La Abuelita hizo una pausa nos miró fijamente y nos dijo, ¡¡ Venga marcharos a casa!! ¡¡ya os contaré el resto otro dia!!
empezamos tod@s a protestar y a chillarle a la abuela ¡¡no nos haga esto, no nos deje con la incertidumbre!! con el jaleo que se formó, rapidamente acudió tita Julia y nos dijo ¡¡dejar a la abuela que está cansada!! a desgana y enfadados fuimos dandole un beso a la Abuelita Lola, ya en el rellano del portón todos enfadados con la Abuela, empezamos a comentar ¿¿que ocurriria con Loli?? ¿¿llegaria el preso Santiago a encontrarla?? ¡¡ohú, estamos todos "mosqueaos"!!...
...ahora hay que esperar, HASTA LA SEMANA QUE VIENE.