A los que nos gusta hacer senderismo es casi obligatorio pasar por algunos de los Fuertes Neomedievales, he hecho muchas excursiones por algunos de ellos y siempre he prestado atención a las personas que entienden algo de los fortines.
Antes de 1859, existian unos reductos en determinados puntos de los alrededores de Ceuta, que fueron atacados por hombres de la cabila de Anyera, a partir de este momento se produjo la guerra contra Marruecos y gracias al tratado de Wad Ras, firmado el 26-04-1860, en el lugar de aquellos reductos se construyeron unas fortificaciones militares de estilo Neomedieval, que sirvieran para vigilancia y a la vez que fueran capaces de aguantar las enbestidas de las tropas enemigas, las caracteristicas que tenian en común era que todos divisaban a la torre que tenian a la izquierda y la que tenian a la derecha, a través de distintas señales como banderas, espejos o fogatas, o sonidos de campanas, dependiendo de las horas del dia, se iban dando las novedades de un fuerte a otro, hasta llegar al cuartel general del Serrallo y viceversa.
Teniendo apróximadamente unos diez años, frecuentaba diariamente la casa de mi abuelita Lola, justo frente del Cuartel de la Guardia Civil, todas las semanas era como una feria cuando salian los destacamentos de Guardias Civiles que caminaban a pie para hacer las guardias en cada fuerte, que duraban una semana, era curioso porque se les preguntaba: ¿¿A donde vais?? ¡¡ a Anyera!! ¡¡a Mendizabal!! y asi un destacamento para cada fuerte, al dia siguiente veiamos regresar a los destacamentos de Guardias Civiles relevados, más adelante los trasladaban en autobuses.